Los inicios no siempre son fáciles. El Starter Cup está desarrollado juntamente con pedagogos y expertos médicos. Los diseñadores de MAM han creado el primer vaso ideal para cubrir las necesidades de los más pequeños.
1. BOQUILLA EXTRA BLANDA
Antiderrames – adaptación ideal a las habilidades del bebé / Permite a los bebés controlar el flujo
2. ASAS
Antideslizantes donde se necesita - ¡en el interior! – para un agarre instantáneo. La forma ergonómica se adapta perfectamente a las manos pequeñas.
3. DISEÑO MAM
Ligero y curvado en la cintura – fácil de agarrar por los bebé. Compatibilidad en toda la gama – ¡todas las partes de los vasos MAM son intercambiables!
El producto cumple los requerimientos de la Norma Europea EN 14350:2020.
La boquilla y las asas del vaso son compatibles con todos los vasos MAM.
Todos los productos de MAM están fabricados con materiales libres de BPA y BPS.
Silicona ultra suave MAM SkinSoft™ para una sensación familiar
Extra-soft spout – ideal for baby’s first cup
A prueba de derrames - para una primera alimentación independiente
Para bebés de 4 meses
Four-month-old babies love drinking from a cup. The MAM Cup range provides them with the ideal support here. This will ensure that baby makes the perfect transition from breastfeeding or bottle feeding to independent drinking.
El bisfenol A (BPA) es un componente importante para la fabricación del policarbonato (PC), mientras que el bisfenol S (BPS) es un elemento químico orgánico que se utiliza para la fabricación de polisulfona. Entre otros, el envasado de alimentos, los utensilios de plástico, así como los biberones son tan solo algunos ejemplos de productos fabricados con PC, mientras el uso principal de los BPS son los papeles térmicos y las tintas. El problema: Los residuos de las sustancias químicas se filtran desde el plástico a los alimentos y pueden introducirse en el cuerpo. Esto puede afectar especialmente a bebés y niños pequeños.
Como resultado de la exposición a BPA, expertos y estudios coinciden en que pueden existir trastornos en el sistema hormonal, el cerebro, diabetes y daños cardíacos, así como un aumento del riesgo de padecer cáncer. A pesar de que la evidencia científica no es concluyente aún, la Comisión Europea, basándose en el principio de precaución, ha prohibido el uso de BPA en biberones con el fin de proteger la salud y la seguridad de bebés y niños.