La mujer tampoco está embarazada en la segunda semana de embarazo. A continuación te explicamos qué es lo que ocurre exactamente, por qué se habla de ovulación y cómo se produce.
En el cuerpo de la mujer hay ahora diferentes hormonas trabajando a toda velocidad para preparar la ovulación. Los llamados folículos van madurando y en cada uno se encuentra un óvulo. Mientras tanto, se va desarrollando un nuevo endometrio para ofrecer un entorno ideal al óvulo fecundado.
La ovulación
Diferentes partes de
l cerebro se encargan de que ciertas hormonas se vayan liberando en diferentes momentos, por lo que (más o menos) periódicamente se produce una ovulación. Para ello no solo son importantes el estrógeno, sino también la hormona estimulante del folículo (FSH) y la hormona luteinizante (LH). Ambas sustancias se encargan de que los folículos ováricos (folículos) maduren. ¡Más adelante te explicamos por qué esto puede ser importante para ti!
Aunque hay varios folículos creciendo, normalmente solo hay uno "que gana la carrera". Este revienta o se abre, el óvulo fértil sale e inicia su camino a través del oviducto hasta el útero.
En algunos ciclos van madurando dos óvulos. Si estos se fecundan y anidan correctamente, irán creciendo gemelos fraternos. En caso de la fecundación artificial también se estimulan varios folículos para retirar y fecundar varios óvulos con el objetivo de aumentar las posibilidades de éxito.
¿Cómo te encuentras en la segunda semana de embarazo?
Saber cómo funcionan los procesos hormonales en el cuerpo no solo es emocionante, sino también sumamente útil si quieres mejorar las oportunidades de un embarazo. Las más "nerviosas", por ejemplo, pueden delimitar el momento de la ovulación con un test de LH y ayudar con relaciones sexuales en estos días especiales. La concentración de LH aumenta según se va acercando la ovulación y además se puede medir en la ovulación.
Un test de LH permite delimitar el momento de la ovulación.
No obstante, también puedes averiguar el momento de la ovulación palpando el cuello del útero y observando el moco cervical y, de este modo, el momento ideal para sexo sin protección. La mayoría de las mujeres no tiene la ovulación exactamente el 14.º día del ciclo. Esta suposición se basa en un ciclo de 28 días y en que la fase de maduración del óvulo realmente dura 14 días. No obstante, más del 60 % de las mujeres tiene la ovulación después del 14.º día del ciclo.
En el momento de la ovulación, el cuello del útero está ligeramente abierto, y la secreción vaginal (moco cervical) normalmente muy líquida, flexible como la clara de huevo cruda y/o transparente en vez de lechosa y pegajosa.
Algunas mujeres sienten antes de la ovulación unos tirones, presiones o pinchazos que solo pueden afectar a un lado del abdomen y que pueden notarse de forma alterna o en el centro. La causa de este llamado dolor central hasta hoy no está del todo clara y también varía de mujer a mujer, igual que el tipo y la duración del dolor.
La causa pueden ser folículos en crecimiento. También se supone que el líquido que sale cuando se abre el folículo puede irritar el peritoneo. No obstante, si no notas este dolor central, esto no significa que no tengas ninguna ovulación. Por cierto, el nombre procede del momento de la ovulación que en teoría es la mitad del ciclo. Pero como muchas otras cosas, no solo la percepción de la ovulación sino también el momento son una cosa muy individual.
Si notas un aumento de la secreción vaginal, también puede ser un signo de la ovulación. La secreción vaginal se "optimiza" para los espermatozoides: está más líquida, en parte tan consistente como la clara de huevo líquida y más fértil de lo habitual. Gracias a ello, los espermatozoides pueden avanzar mucho mejor y reciben además potencia para su viaje hasta el óvulo.
Y no solo esto: la secreción vaginal contiene durante la ovulación más feromonas (aromas), que los hombres pueden percibir de forma inconsciente. Otro indicio infalible de una ovulación inminente es el siguiente: más ganas de sexo.
¡Esperamos que te diviertas mucho!