Uno, dos y... ¿cuándo empezamos? Si tu bebé naciera en la 38.ª semana de embarazo, al menos ya no sería un parto prematuro. El desarrollo de todas las partes ha terminado. ¿Pero entonces, por qué hay niños que no nacen hasta la 40.ª, 41.ª o incluso 42.ª semana de embarazo? A continuación te lo explicamos con más detalle y por qué la diarrea ahora es algo muy emocionante.
El feto tiene una longitud de aproximadamente 48-49 cm (céfalo-caudal) y pesa 3000-3100 gramos.
Si tu bebé naciera ahora, se consideraría como "en la fecha" o como "maduro", incluso aunque todavía quedan dos semanas hasta la fecha calculada. A pesar de ello, ya no debería tener dificultades de adaptación fuera del útero, debería poder respirar por sí solo y tener suficientes reservas de grasa para los primeros días hasta la subida de la leche.
Tu bebé ahora tiene aproximadamente el tamaño de una calabaza china.
El lanugo ha desaparecido por completo, pero tu bebé ya puede tener mucho cabello. Si tu tesoro nace con calva infantil o con un auténtico peinado, depende de su predisposición genética.
Desde el punto de vista aritmético, en la mayoría de los casos el parto tiene lugar 266 días después de la fecundación. No obstante, el momento en el que el bebé nace realmente, depende de varias circunstancias como, por ejemplo, las siguientes:
Desde el último punto se deduce, sobre todo en caso de ciclos irregulares, una cierta variación, ya que la mayoría de las mujeres no saben cuándo se ha producido la ovulación. Además, los espermatozoides pueden sobrevivir durante varios días en la vagina. Normalmente se realiza el cálculo partiendo de la última menstruación y la fecha prevista para el parto se ajusta con motivo de la primera ecografía en base al tamaño del niño. A pesar de ello, se producen inexactitudes referentes a la determinación de la fecha.
¿Cómo te encuentras en la 38.ª semana de embarazo?
Todas las partes se van preparando para el parto: las articulaciones se van aflojando, el útero va bajando, las contracciones pueden introducir el bebé más dentro de la pelvis. Todo esto se puede sentir como tirones en la espalda, dolores similares a los de la menstruación o pinchazos en la zona púbica. Sin embargo, si no sientes las contracciones previas, tampoco no es nada anormal. A veces no aparecen hasta que comienza el parto.
La preparación incluye también la disolución del tapón mucoso, que se puede evidenciar como una ligera mancha o mayor secreción mucosa. Sin embargo, debido a la mayor circulación sanguínea de la vagina, a menudo se va generando más moco cervical.
Si la barriguita va bajando, la respiración vuelve a ser más fácil. A cambio, a lo mejor aumenta la urgencia de orinar, porque tu tesoro está ejerciendo presión sobre la vejiga.
La fatiga se vuelve a hacer notar con mayor frecuencia entre las embarazadas. Una causa pueden ser las noches sin dormir. Recupera el sueño durante el día siempre que sea posible.
A partir de ahora puedes prestar atención al siguiente síntoma de parto: Una diarrea puede indicar que el parto empieza en breve.
También si se empieza a sufrir fuerte dolor de espalda, puede tratarse de contracciones auténticas. Si aparecen periódicamente y en intervalos cada vez más cortos, por si acaso deberías preparar a tu pareja de que a lo mejor en breve vais a ser padres.
Para comprobar si se trata de contracciones del parto "auténticas", puedes meterte en una bañera con agua caliente. Las contracciones previas normalmente vuelven a desaparecer, algo que no ocurre con las contracciones que actúan sobre el cuello del útero. De cualquier modo, debes asegurarte de que siempre haya alguien cerca que te ayude al salir de la bañera.
Cesárea prevista
Las cesáreas previstas se suelen planificar para la 38.ª/39.ª semana de embarazo. La probabilidad de que aún no haya comenzado un parto natural es alta, lo que significaría que el equipo quirúrgico debe estar disponible de manera espontánea. Por otro lado, el desarrollo de tu bebé ha terminado. Incluso después de una cesárea, en muchos hospitales favorables a la lactancia es posible que el bebé (si por motivos de salud no hay nada que se oponga) se quede directamente con la madre mientras se la esté cosiendo. Esto ayuda a la vinculación y a establecer una buena relación de lactancia.
Y es que la cesárea puede repercutir sobre la producción de leche. Es posible que tarde un poco más hasta que se produzca la subida de la leche y, por tanto, el contacto físico después del parto aquí es especialmente importante. Además de que se trata de un momento realmente mágico para los dos. ¡A disfrutarlo!
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