Ahora todo está preparado para el parto (al menos por parte del bebé). En la 36.ª semana de embarazo, el desarrollo de tu tesoro ha terminado, el lanugo ha desaparecido y solo queda un pequeño resto del vérnix caseoso. A continuación te explicamos cómo puedes saber si tu bebé ya se ha deslizado a la pelvis, por qué esto es importante y cómo puedes afrontar los miedos previos al parto.
El feto tiene una longitud de aproximadamente 47 cm (céfalo-caudal) y pesa unos 2600 gramos. La longitud de los pies es de unos 7 cm.
No queda mucho que hacer, con excepción de (ya lo sabes) seguir engordando. A tu tesoro en este momento le falta aproximadamente 1 kg para alcanzar su peso de nacimiento. No obstante, la variación a nivel individual es enorme. Realmente no es posible especificar lo que es "normal" sin tener en cuenta la relación (como la predisposición genética y el desarrollo del embarazo). Los niños de mayor peso lo tienen más fácil en caso de nacer prematuramente; no obstante, a partir de este momento tu bebé sería un bebé prematuro "tardío" y muy seguramente podría vivir sin ayuda médica.
Tu bebé ahora tiene aproximadamente el tamaño de una papaya.
El bebé ahora debe encontrarse con la cabeza orientada hacia abajo en la pelvis. Algunos bebés se van deslizando al interior de la pelvis; la forma del vientre cambia y es posible que la barriguita "cuelgue" más abajo. Si con motivo de un examen se detecta que tu pequeñín "ha entrado en la pelvis", esto significa que la cabeza reposa ahora más abajo sobre tu hueso pélvico. Esto es una ventaja si el parto comienza con una rotura de agua, ya que entonces el cordón umbilical no puede quedarse pillado entre la cabeza y la salida de la pelvis. Se trata de un "suceso del cordón umbilical" y una complicación en el desarrollo del parto que puede ser mortal para el niño.
Si la cabeza del bebé todavía no ha entrado bien en la pelvis, la embarazada debe tumbarse inmediatamente en caso de que se produzca la rotura de agua, y ser transportada en esta posición al hospital.
¿Cómo te encuentras en la 36.ª semana de embarazo?
Ahora quedan tan solo cuatro semanas hasta la fecha prevista para el parto. La cosa poco a poco se pone sería y algunas embarazadas dan vueltas a diferentes ideas:
¿Qué se puede hacer en caso de tener miedo ante el parto?
Todo el mundo habla de la experiencia con MAYÚSCULA en la vida de una mujer. A lo mejor has podido escuchar historias sobre el parto en tu grupo de amigos o en el ámbito familiar, o has podido leerlos en un foro. Estos pueden animar, pero también aumentar los miedos. El miedo al parto habitualmente incluye diferentes "campos de preocupación", como los dolores, lo desconocido, el hospital, la cesárea, el recién nacido, el nuevo papel como progenitores. Si sabes lo que te preocupa, lo mejor que puedes hacer es hablarlo con tu pareja. Un asesoramiento médico o psicológico también puede ser un gran alivio. Si en tu región se ofrece atención obstétrica, es el punto de contacto ideal para todas las preocupaciones grandes y pequeñas relacionadas con el parto.
Y en cuanto a los dolores provocados por las contracciones, cada mujer las siente de forma diferente. Lo que está claro es que el miedo puede aumentar el dolor. Por tanto, desde hace mucho tiempo los ejercicios de relajación suponen un método eficaz para reducir los dolores en la obstetricia. Entre ellos están, p. ej., ejercicios respiratorios y técnicas de hipnosis.
El "Hypnobirthing (hipnoparto)" recurre a estos medios, pero también en los cursos de parto y yoga para embarazadas se enseñan diferentes ayudas para la relajación activa y el "trabajo de las contracciones". Como la oferta varía mucho a nivel regional, lo mejor es que te informes de las posibilidades que se ofrecen en tu entorno y cuáles son las mejores para ti.
Tu médico también te puede informar ahora sobre las posibilidades de la reducción del dolor durante el parto, todo lo que quita el miedo es bueno y a ello ayuda también disponer de más información. A muchas mujeres les ayuda conocer el hospital o el lugar del parto para sentirse mejor.
A menudo es la sensación de pérdida de control lo que provoca el miedo. Se trata de presentarse a una situación insegura con personas desconocidas en el hospital; cuanto mayor sea la sensación de control que tiene una embarazada sobre su parto, más segura y relajada estará. La mejor forma de conseguirlo la puedes consultar en los muchos libros dedicados al tema del "parto autodeterminado". ¿Igual puede ser una buena lectura para las últimas semanas?
Como preparación también puede ser de ayuda escribir un plan para el parto. Este incluye instrucciones para los tocólogos, como si tu pareja debe estar presente, si deseas la epidural o si el bebé debe colocarse directamente sobre ti después del parto (sin lavarlo ni realizar un examen exhaustivo).
Realmente se trata de uno de los puntos más importantes y también de los más difíciles, es decir, saber lo que realmente es importante para cada uno y no solo en el parto.