Una niña pequeña pone la mano en el vientre de su madre embarazada

Semanas de Embarazo

La 23.ª semana de embarazo

Cómo enfrentarse a los problemas digestivos


A finales del segundo trimestre pueden aparecer molestias de embarazo que no son dramáticas, pero molestan. Entre ellas está el estreñimiento, pero también las hemorroides. A continuación te explicamos por qué seguramente no estás sola con este problema, qué es lo que puedes hacer sin tener que tomar medicamentos y todo lo demás que ocurre durante la 23.ª semana de embarazo.

¿Qué pasa en el vientre durante la 23.ª semana de embarazo?

El feto tiene una longitud de aproximadamente 28 cm (céfalo-caudal) y pesa unos 450-500 gramos.

La tarea principal de tu bebé ahora es engordar. Los órganos se siguen desarrollando y tu tesoro está practicando la coordinación de su manos y dedos. También sigue practicando la succión para poder dar respuesta a la enorme necesidad de succión después del parto.

Debajo de los párpados, que todavía están cerrados, ya se puede reconocer el movimiento de los ojos.

Tu bebé ahora tiene aproximadamente el tamaño de un melón amarillo.

Tu bebé ahora tiene aproximadamente el tamaño de un melón amarillo.

El ritmo de sueño se sigue desarrollando y, si tienes suerte, se adapta al tuyo. No obstante, también puede ocurrir que tu tesoro se muestre especialmente activo precisamente cuando te acuestas. Sin embargo, muchos bebés también se vuelven a dormir después de un rato de silencio. La música alta y el ruido ahora pueden despertar a tu bebé, aunque los ruidos le llegan solo atenuados a través del líquido amniótico.

¿Cómo te encuentras en la 23.ª semana de embarazo?

El aumento de peso de media es de medio kilo por semana. Tu cuerpo necesita aproximadamente 500 Kcal más para los dos. Esta cantidad no es mucho si se calcula en dulces, pero es mucho si se trata de fruta y verdura. Junto con proteínas magras y productos integrales, puedes hacer mucho bien a ti y a tu tesoro mediante la alimentación durante el embarazo. Las legumbres tienen un excelente perfil nutricional ya que se componen de hidratos de carbono complejos, proteína, muchas sustancias vegetales secundarias y muy poca grasa. Sin embargo, también pueden dar lugar a flatulencias que pueden resultar molestas, sobre todo para embarazadas con tendencia al estreñimiento. Lo mejor es que pruebes con pequeñas cantidades si te sientan bien, por ejemplo, lentejas, alubias, soja, etc.

Tomar mucho líquido te permite ayudar a tu sistema circulatorio y digestivo cuando realizan estos trabajos pesados. El movimiento también es de ayuda en caso de un intestino perezoso. Un estreñimiento, en combinación con un flujo sanguíneo con dificultad y cambios por las hormonas en los vasos, también puede dar lugar a otra molestia desagradable durante el embarazo: las hemorroides.

Aparecen en prácticamente la mitad de las embarazadas al menos de forma más liviana, por lo que no estás sola con este problema.

Además, cualquier persona tiene hemorroides. Este "colchón de las nalgas" se encuentra habitualmente en el ano y lo cierra junto con el músculo esfínter. Las molestias solo aparecen cuando se han agrandado. Aquí se miden los diferentes grados de la enfermedad. El grado 1 significa que las hemorroides se han agrandado pero siguen en el ano. En el grado 2, salen hacia fuera al ejercer presión y, en el grado 3, se pueden palpar fuera del ano incluso después de ejercer presión.

Algunos sencillos remedios contra las hemorroides durante el embarazo (completamente sin medicamentos) son los siguientes:

  • Alimentación rica en fibra alimentaria
  • Beber mucha agua o té sin azúcar
  • Movimiento periódico

No obstante, si las hemorroides resultan desagradables, pican y/o arden, también se pueden recetar pomadas. En la mayoría de las embarazadas, las hemorroides agrandadas vuelven a desparecer por sí solas después del parto. Aunque se trate de un tema desagradable, lo mejor es comentarlo con tu médico para saber qué es lo que debes hacer para evitar problemas a largo plazo.


Foto: Shutterstock