La mayoría de los bebés aprecian mucho chupar el chupete entre las tomas de pecho. La experta MAM, Gabriele Stenz, explica cómo utilizar correctamente el chupete para tener al mismo tiempo una buena relación de lactancia. Forma a las matronas y ella misma ha adquirido mucha experiencia con mujeres embarazadas y lactantes durante muchos años.
Inmediatamente después del nacimiento, los/as bebés quieren una cosa por encima de todo: Conocer a sus padres. Todos los sentidos se centran en oler, sentir y oír. Al poco tiempo, el recién nacido está listo para su primera comida: Busca el pecho y chupa. Sin embargo, todavía es necesario un poco de práctica antes de que la lactancia funcione perfectamente. Pero con un poco de tiempo y descanso, madre e hijo/a pronto serán un equipo bien ensayado, tranquiliza Gabriele Stenz. En el caso de los bebés prematuros, el chupete puede tener un efecto terapéutico y, por tanto, es útil en determinados casos.
La experta en lactancia materna recomienda: "En las primeras 2 a 4 semanas después del nacimiento, todos los intentos de succión del/de la bebé son para ingerir alimentos".
Después de eso, beber se ha convertido en una rutina: El bebé domina la técnica y los padres y madres suelen saber cuándo está dando señales de hambre. El uso ocasional del chupete en una relación de lactancia ya establecida y sin problemas de amamantamiento (pezones doloridos, congestión de la leche, mastitis, etc.) no parece tener un efecto negativo sobre la lactancia materna. Sin embargo, si ya existen problemas de lactancia, el chupete puede agravar la situación.
"Mucho más a menudo que comer, la relajación y la seguridad son el objetivo de la lactancia infantil."
(Gabriele Stenz, profesora de obstetricia)
Un chupete es el soporte ideal para satisfacer la necesidad de succión no nutritiva. Los bebés son verdaderos profesionales de la succión: La mayoría de los bebés distinguen rápidamente entre chupar un chupete y chupar para comer, asegura la experto MAM. Y les gustan las dos cosas: cada una en su momento. La Academia Americana de Pediatría (AAP) ofrece recomendaciones internacionales en su Declaración Política sobre la Lactancia Materna (2012): Se trata de utilizar los chupetes de forma selectiva y con un trasfondo terapéutico, y de ofrecer el chupete para conciliar el sueño una vez establecida con éxito la lactancia materna.
Los resultados de la investigación demuestran: Los chupetes y la lactancia son compatibles.
Un equipo de científicos dirigido por el jefe de neonatología del Hospital Italiano de Buenos Aires (AR), el Doctor Alejandro G. Jenik, logró demostrar en un estudio a gran escala que el chupete y la lactancia materna funcionan bien juntos. En el estudio participaron más de 1.000 parejas de madres e hijos/as en 5 hospitales diferentes. El resultado no puede ser más claro: Una vez ensayada la lactancia, no se ve afectada por el chupete. Por ello, los científicos recomiendan el uso de un chupete, ya que puede proteger contra el síndrome de muerte súbita del lactante. El chupete tiene un efecto protector contra el síndrome de muerte súbita del lactante; sin embargo, esto parece aplicarse principalmente a los bebés no amamantados. Además, el efecto protector solo se aplica al uso para conciliar el sueño, no al uso diario.
En estas situaciones, el chupete es un apoyo útil:
Los chupetes vienen en diferentes tamaños porque hay grandes diferencias entre los/as diminutos/as recién nacidos/as y los/as expertos/as en gatear que ya no son tan pequeños/as. La boca y la mandíbula se desarrollan rápidamente. Después de todo, crecer es la disciplina estrella de los primeros años de vida. Y el chupete crece contigo: El tamaño adecuado del chupete favorece un desarrollo saludable.
Y otro consejo importante de la experta MAM: "Las indicaciones de edad en los embalajes son valores orientativos. Porque cada niño/a es único/a. Los bebés que son grandes y fuertes cambian de tamaño de chupete antes que los bebés que son más pequeños y delicados. En caso de cualquier duda, tener en cuenta que: Siempre es mejor ofrecer un chupete un poco más pequeño de lo necesario que uno demasiado grande".
Fuentes:
Jenik, Alejandro (2009): Does the Recommendation to Use a Pacifier Influence the Prevalence of Breastfeeding? (¿Influye la recomendación de usar chupete en la prevalencia de la lactancia materna?) The Journal of Pediatrics.