El síndrome de muerte súbita del lactante (SIDS – Sudden Infant Death Syndrome) es motivo de preocupación para muchos padres y madres. Se recomiendan varias medidas preventivas en todo el mundo. La importancia de la lactancia materna es explicada por el Catedrático Universitario Karl Zwiauer, experto MAM y Jefe de la Clínica Universitaria de Pediatría y Medicina del Adolescente del Hospital de St. Pölten (AT) y miembro de la Comisión de Nutrición de la Sociedad Austriaca de Pediatría y Medicina del Adolescente.
"Los bebés amamantados se despiertan con facilidad porque el umbral del despertar es más bajo, lo que puede ser una desventaja para los padres y madres porque los bebés tienden a despertarse más a menudo, pero es algo muy positivo para los/as niños/as", intenta explicar el Catedrático Universitario Karl Zwiauer extrayendo algo positivo de las noches de insomnio. De este modo, se reduce el riesgo de una peligrosa parada respiratoria, como ocurre en el síndrome de muerte súbita del lactante. Además, los/as niños/as lactantes suelen dormir con sus padres y madres en la misma habitación. El lugar más seguro es una cama separada o una cama extra, pero al menos cerca del padre y de la madre.
Se sabe desde hace tiempo que la lactancia materna reduce el riesgo de SMSL, es decir, el riesgo de que el/la niño/a muera por el síndrome de muerte súbita del lactante. Esto también lo confirman los siguientes datos de la investigación:
¡Al cabo de unos 2 meses comienza el efecto protector de la lactancia materna reduciendo el riesgo de SMSL en un 50 %! Un período de lactancia de más de 4 meses refuerza este efecto aún más. La buena noticia es que el riesgo también se reduce de la misma manera en caso de cambiar entre lactancia materna y biberón.
"Los bebés deben ser alimentados exclusivamente con leche materna durante los primeros cuatro o seis meses de vida, si es posible", recomienda el Catedrático Universitario Zwiauer. La leche materna es el mejor alimento para el bebé en los primeros meses de vida. La lactancia materna no solo previene el SMSL, sino que también garantiza que el/la niño/a tenga mucho contacto físico.
Sin embargo, hay que aprender a dar el pecho correctamente, ya que un enganche incorrecto suele provocar dolores en los pezones. Las embarazadas deben prepararse para la lactancia incluso antes del parto. Para ello, se recomienda la asistencia a un curso de preparación al parto o al asesoramiento para madres lactantes.
Un consejo del experto MAM, el Catedrático Universitario y Doctor Karl Zwiauer: Después del parto, puede ser útil acudir a una ambulancia de lactancia o unirse a un grupo de lactancia si tienes problemas para amamantar. Ofrecen ayuda para los problemas de lactancia, buenos consejos de asesoras experimentadas de lactancia y un intercambio de experiencias con otras madres en la misma situación".
Durante los primeros días de vida, el bebé debe colocarse en el pecho con la mayor frecuencia posible para que se acostumbre a la lactancia y para estimular la producción de leche. A lo largo del periodo de lactancia, el bebé debe decidir cuándo quiere beber.
Las madres suelen sentir que tienen poca leche porque su bebé quiere beber muy a menudo. Pero no suele ser el caso: muchos/as recién nacidos/as simplemente tienen una marcada necesidad de succión que no puede ser satisfecha solo con la alimentación. Por lo tanto, una vez establecida la lactancia materna, el chupete puede ser un complemento útil. Los bebés distinguen muy bien entre el pecho y el chupete y aceptan ambos.
"La lactancia materna reduce el riesgo de síndrome de muerte súbita del lactante y favorece el contacto físico. La lactancia materna y los chupetes no son una contradicción, sino un complemento sensato para la prevención del SMS."
(Catedrático Universitario y Doctor Karl Zwiauer, experto MAM )
Sin embargo, los chupetes nunca deben utilizarse para retrasar o posponer una sesión de lactancia. Porque eso podría hacer que se produjera muy poca leche. Si no se le da el pecho, debe prestarse especial atención a una alimentación adecuada a la edad y a un contacto físico suficiente. "Incluso cuando se da el biberón, el bebé debe estar lo más cerca posible del cuerpo para que pueda sentir el calor y los latidos del corazón", aconseja el experto a todas aquellas que no dan el pecho y dan el biberón.
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Fuentes:
Thompson JMD, Tanabe K, Moon RY, Mitchell EA, McGarvey C, Tappin D et al. Duration of breastfeeding and risk of SIDS: an individual participant data meta- analysis (Duración de la lactancia materna y riesgo de SMSL: un meta-análisis de datos de participantes individuales). Pediatrics 2017; 140: e20171324.