Pocas cosas son tan agradables como el olor de la piel de un bebé. Sin embargo, para que siga siendo tan maravillosamente suave y fragante, hay que tener en cuenta algunos puntos a la hora de cuidar al bebé. Especialmente a la hora de bañar al/a la bebé, los nuevos padres y madres a veces están un poco nerviosos y tienen muchas preguntas: ¿Qué temperatura puede o debe tener el agua? ¿Qué productos de cuidado es mejor utilizar? ¿Necesito aditivos para el baño del bebé? ¿Y necesito una bañera especial para bebés?
1. Mantenga la temperatura ambiente alta
Si en tu región hace frío durante ciertas estaciones del año, un calefactor
radiante adicional o una lámpara de calentamiento para bebés sobre la zona del
cambiador puede ser una inversión rentable. Sin embargo, ¡ten cuidado si hay
riesgo de salpicaduras de agua! Para evitar que el bebé se resfríe, cierra
todas las ventanas mientras se baña.
2. La bañera para bebés
Al principio, no tiene por qué ser una bañera para bebés: los recién nacidos también pueden ser bañados/as en un lavabo grande. Sin embargo, más adelante, una bañera para bebés es definitivamente recomendable y resulta divertida para muchos/as niños/as durante mucho tiempo. El pequeño entorno cerrado hace que incluso los/as niños/as más pequeños/as se sientan cómodos en ella y puedan chapotear después sentados, mientras que la bañera grande puede seguir siendo demasiado peligrosa.
Consejos
y trucos para la bañera para bebés:
3. ¿Con qué frecuencia debe bañarse un/a bebé?
Para los/as recién nacidos/as es suficiente bañar 1 o 2 veces por semana, más tarde 2 o 3 veces por semana son suficientes. Entre baños, limpiar al/a la bebé con un paño es suficiente.
4. ¿Qué aditivos de baño, jabones o espuma de baño debo usar para el baño del bebé?
En
principio, con agua es suficiente. Un poco de
leche materna en el agua o unas gotas de aceite (por ejemplo, de almendras)
tienen un efecto nutritivo. No hace falta más.
5. ¿Qué temperatura puede tener el agua?
37° son óptimos. En el mercado existen numerosos termómetros de baño digitales y analógicos para estar seguros.
1. Desvístele en un lugar cálido
cerca del baño y limpia previamente los restos de heces de la zona del
pañal, por ejemplo, con un paño húmedo o una toallita.
2. Cubre al/a la bebé con
una toalla y lava la cara suavemente. Esto suele ser más fácil que
en la bañera y le caiga demasiada agua en la cara, algo que a algunos/as
niños/as les resulta desagradable.
3. Vamos a bañarnos: La cabeza del bebé se apoya en el antebrazo, una mano sujeta el brazo y la otra sostiene las nalgas y las piernas. Primero sumerge lentamente las piernas en el agua.
Consejo: Muchos
bebés se sienten más cómodos si pueden tocar el borde de la bañera con los pies y
apoyarse un poco ahí en lugar de "flotar" libremente en el agua.
4. Ahora podemos lavar la cabeza y el pelo si es necesario (con
agua es suficiente), luego limpia las manos, el abdomen y la espalda, las
axilas, la zona genital, las nalgas y todos los pliegues de la piel, que son especialmente
propensos a la inflamación si no se limpian a fondo y se mantienen secos con
regularidad.
5. Por último, sácalo lentamente del agua e inmediatamente envuélvelo en una toalla. A algunos bebés también les gusta que les sequen suavemente con el secador. Esto es más agradable que el secado con una toalla, especialmente para los pliegues de la piel ligeramente inflamados. Precaución: ¡No utilices un secador de pelo demasiado caliente y asegúrate de que el/la bebé lleve un pañal o procura que de que la orina no salpique el secador!
Y un consejo más al final: Aunque tu hijo/a aún no entienda lo que le dices, háblale y explícale con calma lo que estás haciendo en cada momento. Solo el sonido de su voz y la atención tienen un efecto calmante.
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