El nacimiento de un/a hijo/a, en primer lugar, lo desordena todo. Nada es como antes. Eso es hermoso, emocionante y a veces también agotador. ¡Hemos recopilado consejos y trucos sobre cómo superar mejor el periodo posparto y afrontar la nueva vida cotidiana con el bebé!
Especialmente el puerperio temprano es una situación absolutamente excepcional. La madre y el bebé tienen que afrontar primero las tensiones y los cambios físicos antes de encontrar una nueva rutina diaria. Así que no te preocupes si las cosas siguen siendo un poco caóticas aquí. La lactancia, el cambio de pañales, las comidas, las compras, etc. deben y se van a acomodar lentamente.
Por lo tanto, es muy útil organizar ya antes del parto una ayuda suficiente para las primeras 2-3 semanas.
Las siguientes actividades también pueden ser asumidas por otros/as:
¡Cualquiera que sea la forma de alivio disponible, no tengas miedo de utilizarla!
En cuanto estés lo suficientemente en forma como para volver a dar pequeños paseos y la lactancia materna o el biberón funcionen, puedes empezar: un día estructurado no solo ayuda a los padres y madres, sino también a muchos bebés a orientarse mejor en la nueva situación.
Sin embargo, la forma exacta en que su proceso se vea mejor depende de muchos factores individuales:
• Ritmo y duración del sueño: Por un lado, ambos dependen de la edad, pero por otro lado también varían de un individuo a otro. El ritmo día/noche solo se desarrolla en el transcurso de varias semanas. Así que es bastante normal que los bebés se despierten una y otra vez por la noche.
• Ritmo y duración de la lactancia: Hay bebés a los que les gusta beber más a menudo, rápida y brevemente, y "chupadores/as" más lentos/as. Daros a ambos/as el tiempo necesario para descubrir cuál es la mejor opción para vosotros/as.
• Actividad profesional: A veces las circunstancias también determinan el ritmo. Una cantidad asombrosa de cosas se resuelven cuando tienen que hacerlo, como el cambio entre la lactancia materna y el biberón, o la búsqueda de nuevas personas de referencia que los/as atiendan.
• Constelación familiar: Dependiendo de la ayuda disponible y del momento, también puede desarrollarse una rutina propia. Por ejemplo: La abuela siempre lleva al bebé a pasear por la mañana.
• Situación de la vivienda: ¿Tiene el/la niño/a su propia habitación o duerme en una habitación con el padre y la madre? Esto también puede influir o cambiar la rutina familiar.
No es necesario planificar el día al minuto y repetir estrictamente esta secuencia.
Los procedimientos fijos en ciertas ocasiones son útiles. Por eso, en lugar de fijar todo el día, a veces es más fácil fijar determinados puntos fijos concretos siempre de forma similar:
Muchas madres salen primero a dar un largo paseo por la mañana, después del desayuno, con el cochecito o el bebé en el fular; esto no solo aporta aire fresco y luz, sino también algo de ejercicio y es una gran oportunidad para una larga siesta. Especialmente para los bebés que lloran mucho, una rutina diaria regular es un apoyo importante e, idealmente, incluso una "terapia". Sobre todo, dormir lo suficiente es importante para los/as recién nacidos/as sensibles. Las rutinas o secuencias regulares de comidas y periodos de descanso les ayudan a descansar. Pero a pesar de toda la rutina, también puedes permanecer relajada: nada es inamovible y, dependiendo de la etapa de desarrollo, los procedimientos pueden cambiar de una semana a otra.
Con un poco de paciencia y atención a las necesidades de todos/as los/as implicados/as, es posible encontrar con el tiempo un buen equilibrio entre una estructura coherente y una flexibilidad adecuada para la vida cotidiana.
En cualquier caso: ¡Os deseamos un buen comienzo de la vida familiar!
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