Uno de los temas más importantes para los nuevos padres y madres es dormir o no dormir. En realidad, lo de "no dormir" no es del todo cierto: los pequeños suelen dormir a la "hora equivocada". ¡Descubre aquí cómo se desarrolla el ritmo de sueño de los bebés y qué puedes hacer para ayudar a tu bebé a dormir!
De media, los bebés duermen 16 horas o más al día. Sin embargo, como muchas cosas, el comportamiento y las necesidades del sueño son muy individuales. Al principio, los bebés suelen dormir en cortos períodos de 2 a un máximo de 4 horas repartidas en 24 horas. Alrededor de los 3 meses, los/as niños/as duermen una media de 4 a 5 horas durante el día y 10-11 horas por la noche.
Tu bebé te dará algunas pistas cuando esté cansado/a. Algunas son bastante obvias, otras las irás reconociendo con el tiempo. Reaccionar en el momento adecuado es importante, porque a veces es mucho más difícil conciliar el sueño con un/a bebé demasiado cansado/a y llorando, uno/a que con de buen humor.
Los recién nacidos aún no tienen un ritmo día-noche como los adultos, lo que se denomina "ritmo circadiano". Esto solo se desarrolla en las primeras semanas. Dependiendo de las circunstancias y la predisposición, esto ocurre alrededor de los 2-4 meses de edad. Sin embargo, la alternancia de sueños cortos y fases de vigilia es también una buena estrategia de supervivencia para los/as recién nacidos/as, ya que les permite ingerir alimentos con regularidad, tanto durante el día como durante la noche, independientemente de si son amamantados o alimentados con biberón.
Esto te puede ayudar a desarrollar un ritmo:
Tu bebé viene al mundo con su propio “horario interno”. Los recién nacidos duermen entre 2 y 4 horas y luego están despiertos/as hasta una hora antes de volver a dormir. Este patrón se repite inicialmente a lo largo del día. A veces varía de un día a otro. Esto también es necesario, porque su pequeño cuerpo y cabeza todavía necesitan muchas fases de recuperación, pero también una alimentación regular.
No es posible, e incluso puede ser perjudicial, tratar de imponer un ritmo de sueño fijo a un recién nacido.
Es mejor prestar atención a los signos de cansancio para que tu bebé duerma lo suficiente y no empiece a llorar por el cansancio.
Alrededor de las 6-8 semanas, muchos bebés duermen menos durante el día y un poco más por la noche. Sin embargo, la mayoría sigue despertándose durante mucho tiempo por la noche para comer.
Intenta dormir cuando tu bebé duerme, apaga el móvil y deja las tareas domésticas: ahora no es el momento para el perfeccionismo. Ahora es el momento perfecto para aceptar cualquier ayuda que pueda obtener. Comparte los "turnos de noche" con tu pareja, si laboralmente es posible. Dormir por una noche también puede hacer maravillas, si las condiciones de vida lo hacen posible.
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