Los azúcares son carbohidratos de sabor dulce que proporcionan energía al cuerpo. El cerebro de un adulto consume unos 140 g de glucosa al día, pudiendo llegar a representar hasta el 50 % de todo el consumo de hidratos de carbono.1
El consumo de azúcar a través de alimentos sigue siendo constante en España, mientras que el consumo de bebidas refrescantes ha aumentado durante los cuatro últimos años. Según la Encuesta Nacional de Ingesta Dietética de España, ENIDE (AESAN, 2011), el 20 % del consumo de hidratos de carbono se basa en azúcares (azúcar, chocolate y derivados, bebidas sin leche y otros).2, 3
El consumo de azúcar y su relación con diferentes efectos posiblemente dañinos para la salud son objeto de controvertidos debates. Un aporte excesivo de azúcar implica una serie de riesgos para la salud: sobrepeso, diabetes tipo 2, enfermedades del corazón, osteoporosis y cáncer, si bien no existe una asociación a estas enfermedades convincente y basada en la evidencia.1, 4, 5
En la nueva directriz sobre el consumo de azúcar en adultos y niños (directriz: Ingesta de azúcares para adultos y niños) de la Organización Mundial de la Salud, se recomienda reducir el consumo de azúcares libres* durante toda la vida. El consumo de azúcares libres tanto en adultos como en niños debe reducirse a menos del 10 % de todo el aporte calórico. Una reducción a menos del 5 % de la ingesta total de calorías aportaría beneficios adicionales para la salud.6
En España, la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC) también propone que los azúcares añadidos no excedan el 10 % del porcentaje energético, recomendando además un consumo opcional, ocasional y moderado.7
El azúcar también desempeña un papel importante en la generación de caries. La presencia de azúcar aumenta la velocidad y el alcance de la formación de placa, favoreciendo además el entorno para bacterias en la boca. El desarrollo de caries también se ve influido por otros factores como el consumo de flúor, la higiene bucal, la composición de la alimentación, la frecuencia de las comidas o la ingesta de alimentos entre horas. El azúcar por sí solo no es la única causa de la aparición de caries.8
El mayor riesgo que tienen los niños de padecer caries está relacionado con una alta frecuencia (aproximadamente más de cuatro veces al día) de consumo de azúcares cariogénicos (principalmente sacarosa, glucosa y fructosa) y no con la cantidad total de azúcar dietético. Existen indicios de que un consumo frecuente de dulces y bebidas con azúcar está relacionado con un mayor riesgo de padecer caries. 8, 9, 10
La Organización Mundial de la Salud y otras instituciones públicas de la salud indican que los niños no deberían consumir azúcar antes de haber cumplido los 2 años, desaconsejando su ingesta.
Para minimizar la incidencia de caries a lo largo de la vida u obtener beneficios para la salud en cuanto a trastornos metabólicos, diabetes, obesidad o enfermedades del corazón, los niños de entre 2 y 18 años deberían consumir el 5 % de todo el aporte calórico en forma de azúcar. ¿Cómo se distribuye este 5 %?
Los niños de entre 2 y 18 años deben consumir hasta 25 g o 100 calorías de azúcar al día. Por ejemplo, 2 galletas de chocolate suponen aproximadamente 100 calorías; es decir, con 2 galletas este límite ya se habría alcanzado.
Los efectos negativos de la caries se van acumulando desde la infancia hasta la edad adulta. Como la caries es el resultado de haberse expuesto de forma permanente a un factor de riesgo dietético (es decir, azúcares libres), es importante reducir el riesgo de padecer caries en la edad avanzada. El consumo de azúcares libres debe mantenerse lo más reducido posible para minimizar el riesgo de padecer caries a lo largo de la vida.6, 11, 12
Aunque el flúor reduce la caries a partir de una determinada edad demorando el comienzo del proceso de cavitación, no evita por completo la formación de caries.
El mejor consejo alimentario para la población en general es llevar una dieta variada y equilibrada con alimentos y nutrientes procedentes de diferentes fuentes, combinando esta alimentación con el movimiento y la actividad física. En otras palabras: se aconseja un consumo moderado de azúcar.
El consumo frecuente de alimentos azucarados puede aumentar el riesgo de caries, especialmente si no se toman medidas profilácticas. No solo la cantidad de azúcar consumida es crucial para el desarrollo de la caries dental, sino también la higiene bucal, el efecto del fluoruro, la frecuencia de consumo y diversos otros factores.
Los dentistas deben proporcionar a sus pacientes consejos nutricionales adecuados, incluyendo la indicación de cómo limitar la ingesta de azúcares libres. Por tanto es muy importante que los médicos dispongan de información al respecto. Si son capaces de ofrecer un asesoramiento eficiente, conseguirán mejorar la salud general de sus pacientes.
1Quiles, J. [Consumption patterns and recommended intakes of sugars]. Nutr Hosp 2013;28 (Suppl 4):32-9.
2Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) (Spanish Agency for Nutrition and Food Safety), 2011. Encuesta Nacional de Ingesta Dietética Española 2011. (Spanish National Nutrition Survey)http://www.aesan.msc.es/AESAN/docs/docs/notas_ prensa/Presentacion_ENIDE.pdf
3Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), Evaluación Nutricional de la Dieta Española I. Energía y Macronutrientes sobre datos de la Encuesta Nacional de Ingesta Dietética (ENIDE) (Spanish Agency for Nutrition and Food Safety (AESAN), Review of the Spanish Diet I. Energy and Macronutrients According to the National Nutrition Survey (Encuesta Nacional de Ingesta Dietética, ENIDE))http://www.aesan.msc.es/AESAN/docs/docs/evaluacion_riesgos/estudios_evaluacion_nutricional/valoracion_nutricional_enide_macronutrientes.pdf
4Rippe JM, Angelopoulos TJ. Sugars and health controversies. What does the science say? Adv Nutr 2015;6: 493-503
5Bailey RL, Fulgoni VL, Cowan AE, Gaine PC. Sources of Added Sugars in Young Children, Adolescents, and Adults with Low and High Intakes of Added Sugars. Nutrients. 2018 Jan 17;10(1).
6World Health Organization (WHO). Guideline: Sugars Intake for Adults and Children; World Health Organization (WHO): Geneva, Switzerland; 2015.
7Grupo Colaborativo de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC). (The Spanish Society for Community Nutrition) Guías alimentarias para la población española; la nueva pirámide de la alimentación saludable. (Dietary Advice for the Spanish Population; the New Food Pyramid) Nutr Hosp 2016;33(Sup 8):1-48.
8IoM (Institute of Medicine), 2005. Dietary reference intakes for energy, carbohydrate, fibre, fat, fatty acids, cholesterol, protein, and amino acids. National Academies Press, Washington DC.
9European Food Safety Authority (EFSA). Scientific opinion on dietary reference values for carbohydrates and dietary fibre. EFSA Journal 2010;8(3):1462.
10Anderson CA, Curzon ME, Van Loveren C, Tatsi C and Duggal MS, 2009. Sucrose and dental caries: a review of the evidence. Obesity Reviews, 10 Suppl 1, 41-54.
11Broadbent JM, Thomson WM, Poulton R. Trajectory patterns of dental caries experience in the permanent dentition to the fourth decade of life. J. Dent. Res. 2008; 87(1):69–72.
12Broadbent JM, Foster Page LA, Thomson WM, Poulton R. Permanent dentition caries through the first half of life. Br. Dent. J. 2013; 215(7):E12.
13Slade GD, Sanders AE, Do L, Roberts-Thomson K, Spencer AJ. Effects of fluoridated drinking water on dental caries in Australian adults. J. Dent. Res. 2013; 92(4):376–382
14Arnadottir IB, Rozier RG, Saemundsson SR, Sigurjons H, Holbrook WP. Approximal caries and sugar consumption in Icelandic teenagers. Community Dent. Oral Epidemiol. 1998; 26(2):115–121