Los bebés nacen con una necesidad de succión no nutritiva. Este reflejo de succión se activa tan pronto como el pecho, un dedo o un chupete tocan la boca. Para ingerir alimentos, el bebé debe coordinar la respiración, la succión y la deglución. La interacción de los nervios craneales, el tronco encefálico y la corteza cerebral garantizan así la supervivencia del recién nacido. La denominada succión "no nutritiva", sirve para calmar y regular al lactante y es la precursora de la succión nutritiva. La succión no nutritiva mejora la digestión, la organización del comportamiento, el control del dolor y sirve de prevención contra la aspiración (1).
Si el bebé succiona para ingerir alimentos, se denomina "succión nutritiva". Chupar entrena los músculos de la boca, estimula el crecimiento del maxilar inferior y garantiza un desarrollo armonioso de los maxilares superior e inferior. Esta interacción prepara al bebé para morder, masticar, tragar y hablar (2). Los bebés con bajo peso al nacer o prematuros no suelen tener la fuerza muscular necesaria para mamar. En tales situaciones, un chupete (para prematuros) puede utilizarse terapéuticamente para ayudar a los bebés a aprender a coordinar succión-deglución-respiración. Además de la estimulación oral, proporciona apoyo para que los lactantes prematuros o con bajo peso al nacer pasen de las sondas de alimentación a la alimentación oral. Los bebés prematuros a los que se les ofreció un chupete pudieron hacer la transición de la alimentación por sonda a la oral más rápidamente, fueron amamantados significativamente con mayor frecuencia y también pudieron ser dados de alta de la unidad de cuidados intensivos con mayor rapidez (3). Los estudios también muestran una reducción del riesgo de síndrome de muerte súbita del lactante con el uso de chupetes, especialmente cuando se utilizan con cada sueño (4, 5). En los lactantes amamantados, el chupete no debe introducirse hasta que la lactancia esté bien establecida (4, 5).
Si se utiliza el chupete más allá de la necesidad natural de succionar, puede afectar a la mandíbula, los dientes, los músculos faciales y el habla. Si la alimentación con biberón, chuparse el dedo o morderse las uñas se prolonga más allá del primer año de vida, también afectará al equilibrio muscular de la boca.
1. Orovou, E. et al. Correlation between Pacifier Use in Preterm Neonates and Breastfeeding in Infancy: A Systematic Review. Children 9, 1585 (2022).
2. illi S, Tacha M. Kieferorthopädie kompakt. Alles über Diagnose, Behandlungsmethoden und Kosten. Welche Spange ist für wen geeignet? Viena: Edita Verein für Konsumenteninformation. Viena 2022, página 53.
3. Foster, J. P., Psaila, K. & Patterson, T. Non-nutritive sucking for increasing physiologic stability and nutrition in preterm infants. Cochrane Db Syst Rev 10, CD001071 (2016).
4. Hauck, F. R., Omojokun, O. O. & Siadaty, M. S. Do Pacifiers Reduce the Risk of Sudden Infant Death Syndrome? A Meta-analysis. Pediatrics 116, e716–e723 (2005).
5. Moon, R. Y., Carlin, R. F., Hand, I. & NEWBORN, T. T. F. O. S. I. D. S. A. T. C. O. F. A. Sleep-Related Infant Deaths: Updated 2022 Recommendations for Reducing Infant Deaths in the Sleep Environment. Pediatrics 150, (2022).
6. Furtenbach, M. Prävention orofazialer Dysfunktionen im Spannungsfeld von Kieferorthopädie und Logopädie – Anregung zur vermehrten Zusammenarbeit. Informationen Aus Orthod Kieferorthopädie 45, 209–219 (2013).
7. Fletcher, S. G., Casteel, R. L. & Bradley, D. P. Tongue-Thrust Swallow, Speech Articulation, and Age. J Speech Hear Disord 26, 201–208 (1961).
8. Schmid, K. M., Kugler, R., Nalabothu, P., Bosch, C. & Verna, C. The effect of pacifier sucking on orofacial structures: a systematic literature review. Prog Orthod 19, 8 (2018).
9. Furtenbach, M. Prävention orofazialer Dysfunktionen im Spannungsfeld von Kieferorthopädie und Logopädie – Anregung zur vermehrten Zusammenarbeit. Informationen Aus Orthod Kieferorthopädie 45, 209–219 (2013).