La semana 28 de embarazo
Preparación para la lactancia
Todavía queda tiempo hasta el momento del parto, pero en la semana 29 del embarazo ya se pueden notar contracciones. Muchas mujeres embarazadas se sienten inseguras cuando se les endurece el estómago. En este artículo te explicamos cómo puedes diferenciar distintos tipos de contracciones y lo que le está pasando a tu bebé en este momento.
El feto mide aproximadamente 38 cm (de la coronilla a los talones) y pesa unos 1300 gramos.
La relación entre la cabeza y el cuerpo ya es bastante “correcta” para un bebé, pero todavía faltan detalles.
Los pulmones y el cerebro crecerán bastante a lo largo de las siguientes semanas.
El bebé tiene ahora el tamaño de una calabaza.
El sistema inmunitario debe madurar. En este momento su tesoro está protegido por la placenta, la cual “filtra” varios patógenos (pero no todos). El bebé también recibe importantes anticuerpos de tu cuerpo a través de la placenta. Poco a poco la “protección del nido” se construye de esta manera: tus anticuerpos contra las enfermedades (inmunoglobulinas) ayudan a tu tesoro a defenderse de los gérmenes en los primeros 4 meses después del nacimiento. Después, el sistema inmunitario del bebé madura completamente.
Por cierto, la lactancia también ayuda al sistema inmunitario en su desarrollo posterior.
El vientre puede endurecerse más a menudo. Con estas contracciones falsas, tu cuerpo ensaya para las de verdad. Probablemente ya has oído hablar de las contracciones.
Pero, ¿cuál es la diferencia entre las contracciones falsas y las verdaderas?
En cualquier caso, tienen una cosa en común: no abren el cuello del útero. Eso solo lo hacen las contracciones “verdaderas”.
Contracciones falsas
Contracciones verdaderas
Los dolores del parto vienen muy regularmente y en intervalos cada vez más cortos. También duran cada vez más tiempo (hasta 60 segundos). Las contracciones pueden ser muy fuertes y no desaparecen cuando se aplica calor o al relajarse. Si no estás segura, no dudes en ponerte en contacto con tu médico o médica, especialmente en caso de hemorragia.
De todos modos, tu pequeño debería quedarse en su acogedora y cálida casa por un tiempo más. Eso también te da tiempo para que consigas todo lo necesario para el bebé. Renovar, comprar muebles, colocar, reorganizar, decorar o amueblar habitaciones se va a volver cada vez más agotador a medida que crece el vientre. Así que ahora es un buen momento para ocuparse de las cosas grandes como la cuna, las cajas, el cambiador, etc. Ten cuidado de no levantar o empujar objetos pesados por tu cuenta.
Dependiendo del país, también hay diferencias en las costumbres relativas a las visitas a las salas de parto y a la inscripción de los nacimientos. Si tienes la oportunidad de visitar diferentes clínicas de maternidad, es una gran ventaja: no solo puedes elegir el lugar que más te guste, sino que también puedes conocerlo un poco mejor. Esto alivia a muchas mujeres del nerviosismo que sufren antes del nacimiento. Un importante requisito para una experiencia de parto agradable y sin complicaciones.
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