En la sexta semana de embarazo se alcanza un pequeño hito: el corazón empieza a latir. En este artículo te explicamos cómo este hecho pasa totalmente inadvertido en tu vientre.
Al principio, el primer latido es muy tímido, pero, después, aumenta con rapidez: el corazón de un bebé late aproximadamente al doble de velocidad que el de un adulto. El huevito se ha transformado en una criaturita con la abertura de la boca, un estómago y riñones que ya están trabajando.
El bebé tiene ahora el tamaño de un guisante.
Aparte de eso, ahora aparecen los pulmones, el hígado, los intestinos y la glándula tiroidea. Al final del pequeñito todavía hay una prolongación con forma de cola que desparecerá con el tiempo. Los brazos y las piernas son pequeños remos insignificantes. Los ojos, las orejas y el mentón empiezan a coger forma de arruga. Aproximadamente a mediados de la sexta semana, el tubo neural estará formado: se trata de la unión entre el cerebro y la médula.
El embrión mide aproximadamente 5 mm y cada día crece un milímetro.
¿Cómo estás en la sexta semana de embarazo?
Aunque apenas puedas imaginarte ver al bebé en un ultrasonido, es posible que ya en la octava o novena semana de embarazo el médico o la médica quieran hacerte una visita de control. Tiene su parte positiva, ya que te ahorras muchas preocupaciones en caso de que el latido todavía no sea perceptible, por ejemplo.
Si ahora acudes a un examen médico, normalmente te harán una anamnesis precisa en la que se hablará sobre enfermedades previas y se controlará el peso. Además, el médico o la médica también te explicarán a qué debes prestar atención a la hora de comer y hacer deporte.
Unos pocos días en esta fase de desarrollo pueden marcar una gran diferencia. Ya que no la mayoría no saben cuándo ha sido la fecundación exactamente, tampoco se puede decir con exactitud cuánto ha avanzado el embarazo. Es mejor no preocuparse si en el examen médico no se ve mucho o si todavía no late el corazón.
Si quieres ayudar al embarazo, puedes hacer algo: aliméntate lo mejor posible y toma algún suplemento nutricional con ácido fólico y otras sustancias. En estos momentos, dormir y descansar lo suficiente es bueno y le da energía a tu cuerpo para la tarea más importante.
Al igual que antes, algunas mujeres no notan ningún cambio, mientras que otras tienen una ola de emociones intensas como un fuerte síndrome premenstrual. Todo es posible desde “triste hasta el punto de morir” hasta “alegre como una mosca ante un pastel de bodas”. Eso depende de la concentración de hormonas, que generalmente no se estabiliza hasta la semana 12.
Hasta entonces, muchas mujeres embarazadas luchan contra las náuseas y los problemas del aparato circulatorio.
También algunos remedios y métodos naturales como la acupuntura pueden ayudar a aliviar las molestias relacionadas con el embarazo. Sin embargo, no tomes nunca nada por tu propia cuenta; pide asesoramiento médico.
Si has considerado dar a luz con tu propia comadrona, es muy aconsejable concertar citas desde este momento para conocerla.
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